Guía rápida y práctica para limpiar tu energía antes de manifestar intenciones con claridad y potencia
Respira, observa pensamientos y suelta cargas mentales para empezar con claridad.
Ordena y purifica el lugar creando un ambiente que soporte tu intención y concentración.
Usa elementos como sal, incienso o sonido para disolver energías estancadas y equilibrar.
Respira en ciclos lentos, siente el centro y eleva tu vibración hacia la intención.
Identifica creencias limitantes y visualiza cómo se disuelven con una luz sanadora.
Visualiza un sello de luz que protege tus límites y mantiene tu energía estable.
Sintoniza cuerpo, emociones y mente para que tu intención nazca desde coherencia.
Planta la intención con palabras, imagen o símbolo, conectando emoción y certeza.
Agradece, integra lo trabajado y mantén la apertura mientras permites la manifestación.